16 Le creyeron, pero él prendió a sesenta de ellos y les hizo morir en
un mismo día, según la palabra que estaba escrita:
17 = «Esparcieron la carne y la sangre de tus santos en torno a
Jerusalén y no hubo quien les diese sepultura.» =
18 Con esto, el miedo hacia ellos y el espanto se apoderó del pueblo,
que decía: «No hay en ellos verdad ni justicia, pues han violado el pacto y
el juramento que habían jurado.»
19 Báquides partió de Jerusalén y acampó en Bet Zet. De allí mandó
a prender a muchos que habían desertado donde él y a algunos del pueblo,
los mató y los arrojó en el pozo grande.
20 Luego puso la provincia en manos de Alcimo, dejó con él tropas
que le sostuvieran y se marchó adonde el rey.